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Esta no es una de las mejores películas de Alain Resnai, pero justamente por eso es una buena excusa que nos muestra como son utilizados ciertos elementos y recursos en la película y que son tan característicos de la fusión entre técnica y discurso que de alguna forma lo caracterizan. 

Corazones.

Resulta que una mujer esta buscando apartamento insistentemente con una pieza que funcione de estudio con un veterano que maneja un negocio inmobiliario con su secretaria, una señora exaltadamente católica que pasa a su jefe cintas en las que graba su programa favorito "Canciones que cambiaron mi vida". A demás de secretaria trabaja por las noches cuidando al padre enfermo de un señor que atiende el bar de un hotel. El mismo bar donde el marido de la señora que busca apartamento va a emborracharse todos los días hasta que decide cambiar de rumbo y consigue una cita por internet con la hermana del veterano que maneja el negocio inmobiliario, la misma que todos los días fracansa con sus encuentros amorosos.

Haceme lo que quieras.

Alain y los personjes

 

Si, las películas de Resnais hacen sentir siempre un poco el peso de lo que implica la pausa para pensar detenidamente lo que va a ser dicho y cómo será dicho. Es que estamos frente a una actitud de cineasta cuyo objetivo se sostiene de las nuevas perspectivas materiales y simbólicas sobre el hombre. Este choque entre lo material del discurso y el símbolismo de la estética trabajada, enfría un poco el alma de los personajes, pero lejos de una pretención únicamente cerebral, Alain Resnais mantiene rigurosamente el sentimiento presente, pero ocupando un lugar correspondido.

En una época donde los sentimientos parece comernos enteros al colocarse como motor de la vida resulta interesante ver como Alain los controla alejándolos de la excusa de la película para ubicarlos en su porque sí de la naturaleza humana. Retomando la idea de condición sus personajes dejan de ser el centro de sus propios problemas y comienzan a representar algo un poco mas complejo como la trama social. En corazones una história de amor no muere unicamente en una historia de amor y el que atiende un bar de hotel vive tan en la miseria como la mujer que reprime sus impulsos y como la jóven que no puede conseguir una cita.

La historia de la desgracia siempre tiene su lugar en la propia historia del hombre y tiene como ventaje ser un tema de todos los rincones del mundo. Retratados de diversas formas y en diferentes contextos aparecen por ahí vestido en varias películas. Pero si a este tema humano le sumamos la cámara de Alain tenemos como resultado todo un estudio del hombre a través de los recursos cinematográficos, por eso una vez mas, este cine es tan pensado como sentido.

Lo material y lo simbólico

Es verdad que los personajes pertenecen a un círculo donde la falta de sentido de clase deriva inevitablemente en una soledad cotidiana. Es decir las preocupaciones de la clase media, como ya es famosamente retratada, residen en elementos tan comunes que la comodidad no es suficiente. Ya que no hay un propósito definido y persistente históricamente hablando, las pérdidas de voluntad terminan por resaltar los aspectos íntimos y personales.

Es fácil hablar sobe la clase media mediocre. Pero con esta película Alain hace con la cámara lo que se le da la gana y es inevitable no divertirse con los recursos que vuelven a una historia tan humana, absurda por momentos.

Tanto da en esta película a que clase pertenezcan los personajes en el momento que el director coloca una escena en que el plano cenital se apodera de un apartamento sin techo, de ahi la idea tan sostenida en diversos sitios de internet, donde los personajes comienzan a parecer títeres manejados por algo que esta por fuera de sus posibilidades reales.

 

Los espacios, la nieve y la aplanadora,

La apuesta en escena de la película resulta muy atractiva, la modernidad que delimita los apartamentos de la clase media y las luces, colores estridentes de los bares que por momentos recuerdan las pinturas de Toulosse Lautrec en conjunto con las tomas de objetos afectados a lo naturaleza muerte que describen ciertos aspectos del ambiente consiguen aplastar el sentido humano colocando seres vulnerables dentro de espacios fríos y aplanadores de cualquier circunstancia de duda existencial.

Lo simbólico toma vida en esta película desde el cuadro que mira de cerca los pasos del jefe inmobiliario, a el discurso del mismo sobre que implica poder grabar en una cinta con la excusa de hacer entender a la secretaria que la vió bailar en ropa de lencería.

La desesperación lleva a la constante mentira porque la desgracia y la insatisfacción llevan un poco también a la pequeña mentira que complica la vida. 

La imagen de la nieve cayendo es constante en la película y es técnicamente la excusa de corte entre escena y escena y a su vez entre historia e historia.

Otra vez, la miseria los impregna y la nieve los tapa. Y es en la escena donde un personaje da un consejo como aire de respiro a otro, dónde la nieve aparece deliberadamente cambiando brúscamente de un espacio de cocina a un espacio al aire libre tapandolo todo, incluso el contacto entre ellos.

Coeurs/Corazones

Dirección: Alain Resnais

Guión: Alan Ayuckbourn (de Asuntos privados en lugares públicos)

Guión: Jean Michel Ribes

Fotografía: Eric Gauthier

Música: Mark Show

Montaje: Hervé de Luze

El manejo de la cámara logra apoderarse de la situación de forma genérica, se apropia del rostro de sus personajes y de los propios espacios.

A demás de títeres, estos personajes tienen todos una historia para contar, pero solamente para contar porque en realidad si bien nos insinúan que algun motivo tiene su soledad y su desconformidad con los asuntos en general, estos nunca lo cuenta. Como resultado un guión que retrata en definitiva que la miseria puede que tenga un pretexto pero que pareciera que lo importante radica en las pocas salidas existentes durante el presente de los personajes.

UN VIEJO ESTRENO:

CORAZONES

de Alain Resnais

 por Catalina Alonso 

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