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Hijos de 

EL AMANTE

“No teníamos idea de lo inviable que era hacer una revista como ésta y por eso es que pudimos hacerla”

 

Gustavo Noriega

El Amante, fue una revista y ahora es una revista por internet que se escribe desde Argentina y que en su momento llegó a distribuirse en Uruguay. Nació en 1992, impulsada por una cuota de inocencia y otra de amor al cine. La inocencia está resumida en una frase que escribió Gustavo Noriega* que decía: “no teníamos idea de lo inviable que era hacer una revista como ésta y por eso es que pudimos hacerla”, y nosotros le afanamos el nombre con la delicadeza de hacerlo en plural y ahora trataremos de remediarlo con esta nota (acá iría una cara con una guiñada y una sonrisa muy elegante)

Los Amantes, es en principio el nombre de la columna que hacemos en un programa de radio que se emite por internet (la gran Radio El Sábalo). En un plan por promocionarnos decidimos armar una página con el contenido que recolectábamos todas las semanas para cada columna y las grabaciones del mismo programa. Así se nos ocurrió que podíamos armar algo sobre los premios Oscar (que derivó en la extensa lista que pueden encontrar acá y en algún que otro artículo) En plan de saber algo sobre las películas que estaban nominadas este año decidimos ir a verlas, y de repente terminamos escribiendo sobre las películas. Pensamos que podíamos publicar esos escritos, pero como era muy monotemático decidimos escribir sobre Seymour Hoffman y sobre otros estrenos. Y para darle más color aún quisimos hablar de Frank Capra y Sucedió una noche. Así se nos fue yendo de las manos la idea de un simple y modesto blog para poner información y nos quedamos solo con un poco de lo de modesto, y terminamos armando algo mucho más compacto y prometedor de lo que habíamos pensado en un principio. Pero es bueno saber que el objetivo sigue siendo el mismo: ser una extensión de la columna en la radio, con algo más que en la radio no se puede meter. Entonces, esto que se parece a una revista por internet con el nombre en plural de otra que ya existe, en realidad es resultado de la casualidad. Y afrontamos la responsabilidad, y en caso de que los de El Amante no estén de acuerdo pronto nos pasaremos a llamar “Los que no aman un carajo”, o “Cinemagonline” o “24mentirasporsegundo”, o algún otro nombre de ese estilo rimbombante que están tan de moda.

Pero El Amante no es solo una casualidad para Los Amantes, y la prueba más factible es que todos los programas por lo menos una vez terminamos hablando de Noriega, o de Santiago Garcia (redactor de la revista), o de que una vez en El Amante dijeron que Kieslowski es horrible, o que Legalmente rubia, es una muy buena película. Y justamente por eso nos gusta, y consideramos que ponernos el nombre de Los Amantes es ponernos también bajo el de El Amante, porque la forma de escribir crítica de cine convencional no es la que usan en El Amante, porque en El Amante las criticas hablan de cine pero hablan de algo más, y se preocupan porque uno las entienda (lo que demuestra más respeto por el lector que quien las simplifica) Como decía Lindsay Anderson (cito desde el recuerdo): “la crítica moderna se ha encargado de confundir a la gente mediante planteos vacios que se enredan en sí mismos como una serpiente para ocultar que en realidad no tienen nada que decir. El trabajo de la crítica deberá ser siempre acercar el cine a la gente”, lo que nos lleva a decir que cualquier crítica que quieran leer siempre será mejor leerla en El Amante. Y como en realidad esto no es un numero dos, sino un número diferente, nos enorgullecemos en decirlo. Y modestamente intentaremos escribir siempre desde la sinceridad, no siendo necios al menos que eso valga de algo, ni usar palabras como “multifacético” para definir a un actor, ni “virtuosismo” para decir que un director mueve muy bien la cámara, ni “qué buena fotografía” cuando no sepamos qué decir, y trataremos todos los temas posibles que nos parezcan útiles para construir una mirada sobre el cine, basada en las ganas de decir cosas y no en la pretensión hacerlo.

CONFESIÓN PERSONAL DE AGUSTÍN.

Por un problema de tardío nacimiento no llegué a El Amante como revista. No llegué a disfrutar de verla en los kioscos cada mes. Como las mejores relaciones de amor, ni ella se acercó a mí ni yo a ella por pura ignorancia y vaguedad, hasta el momento preciso en que ella ya no estaba más. Y como si fuera poco, esta historia de amor fue formada por un tercero. Jorge Denevi (director de teatro en este país) me acercó la revista porque necesitaba hacer lugar en su biblioteca, porque yo justo estaba ahí por ser el novio de su hija, y porque sabía que me gustaba el cine. Le dije gracias y me dijo que no le agradezca, que no era un acto de caridad. Ese día o el siguiente, me fui en el ómnibus leyendo sobre cine de la mano de estos tipos que, en palabras de Denevi “están todos mal de la cabeza pero saben mucho”. De todas las cosas publicadas en esas revistas (que no eran más de seis o siete, algunas muy viejas y otras más nuevas) desconocía el ochenta por ciento (sinceramente desconocía el noventa y cinco por ciento de lo que había ahí, y me enorgullece saber que ahora conozco el sesenta) Me agarré como pude de un dossier que había sobre François Truffaut y ese fue el primer contacto que recuerdo. Y así nos fuimos acercando. La fui conociendo cada vez más. Sus páginas se me hicieron tan familiares que ya sabía dónde podía encontrar cada cosa al abrirla. La fui entendiendo cada vez más, cada vez mejor, a encontrarle cada vez más vueltas aunque ella estuviera diciendo siempre las mismas cosas. Y por su perseverancia, me hizo ver que las historias en el cine son solo una escusa para hablar de las cosas que importan de la vida, y que la crítica de cine debe ser otra. Aunque ella cambió mucho; se profesionalizó, se le fueron sus (a mi gusto) mejores escritores que eran Quintín y posteriormente Noriega, y se puso medio cheta y mejoró su diseño, siempre me va a gustar, porque por alguna razón aunque pase de mano en mano como una papa caliente no ha perdido su irreverencia, y siempre me hace recordar por qué me gustaba en un primer momento; porque cree que la razón no la tienen los padres ni las escuelas, porque se toma el trabajo de preguntarse las preguntas que nos dejó (y que nos sigue dejando(?)) el cine y de formular otras, porque dice lo que piensa, porque habla en primera persona, porque entabla ese vínculo personalísimo con quien la lee, y porque se mete con quien le parece justo meterse, siguiendo la línea marcada por la sinceridad y el respeto que dan como resultado la opinión que vale, que siempre vale, hasta para equivocarse. Creo que ese primer gracias a Denevi debería haber incluido un “muchas”, pero cómo iba a saberlo. Y como en las mejores relaciones de amor, siempre puedo volver a encontrarme con la que fue alguna vez, con lo que fuimos, con esas primeras veces. Y aunque yo no soy el mismo ella sí, porque su alma está impresa, está siempre, con ideas nuevas pero con la esencia imborrable.

*Gustavo Noriega fue director de El Amante junto a Eduardo Antín (Quintín) y Flavia de la Fuente en los primeros años, y luego se convirtió en director único de la revista. Actualmente no está más en ese rol y sinceramente desconocemos su paradero cinematográfico. Sabemos que es hincha de River y que en 2010 publicó un libro. El director actual de El Amante online es el antes redactor Javier Porta Fouz.

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